21st noviembre, 2016
El otoño conlleva muchas cosas, pero una de ellas nos encanta en Beniplast: los puestos de castañas asadas inundan las calles de pueblos y ciudades haciendo las delicias de sus habitantes. No pueden consumirse crudas, pero asadas, al horno o usadas en diferentes recetas son muy saludables para nuestra salud. ¡Veamos por qué!
- Contienen muchas vitaminas (E, B3, B6, B1, B2 y B9), además de potasio, fósforo, calcio, magnesio, sodio, hierro, zinc, selenio y yodo. Son fuente de carbohidratos y proteínas vegetales, así como de grasas saludables y fibra.
- Son un alimento saciante. Su alto contenido en fibra e hidratos de carbono complejos hace que sean un alimento ideal en dietas enfocadas a perder peso.
- Ayudan a nuestros dientes. El calcio que contienen, así como el fósforo y el magnesio, hacen que los dientes se mantengan en buenas condiciones.
- Estimulan el sistema nervioso. Previenen alteraciones o enfermedades neurológicas gracias a la vitamina B.
- Indicadas para personas con diabetes. Los carbohidratos de las castañas son de absorción lenta, por lo que no provocan picos repentinos de insulina en la sangre tras su consumo.
- Ayuda para los celíacos. La harina de castaña es un alimento sin gluten, lo que la convierte en una opción ideal para elaboraciones destinadas a personas celíacas.
- Favorecen el tránsito intestinal. La enorme cantidad de fibra contribuye al buen funcionamiento de nuestro tránsito intestinal, así como previenen el estreñimiento y otras enfermedades derivadas de la falta de fibra.
- Protegen nuestro corazón. La grasa de las castañas, como los ácidos grasos omega 6 y omega 3, son grasas saludables que no contienen colesterol.
- Apto para hipertensos. Su bajo contenido en sodio y alto en potasio hace que sean muy beneficiosas para personas que sufran de hipertensión.
- Previenen la anemia. El hierro que nos aportan las castañas las convierte en un buen alimento para prevenir y tratar casos de anemia y cansancio.
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