El sol es fuente de calor, alegría y vitaminas para el cuerpo. Es necesario para…
Cuidar nuestra piel siempre es importante, pero en verano la necesidad se vuelve acuciante debido a los efectos del sol. Con una dieta correctamente equilibrada que nos aporte todos los nutrientes necesarios, nuestra piel se mantendrá en un estado de salud perfecto salvo que la mantengamos demasiado tiempo bajo el sol. Los ácidos grasos como el ácido oleico -presente en productos como el aceite de oliva o el aguacate-, la grasa de los aceites de semillas o los frutos secos oleaginosos son imprescindibles.
La vitamina A es importante para la regeneración de la piel y de las mucosas. El beta-caroteno está presente en verduras de hoja verde, zanahorias o tomates, así como en ciertas frutas como los albaricoques, las cerezas o el melón. Las vitaminas E -abundante en aceite de oliva virgen, vegetales de hoja verde o frutos secos- y C -fresas, cítricos, pimiento verde o tomate- actúan como potentes antioxidantes y previenen el envejecimiento.
Para favorecer la renovación celular y el cuidado del cabello y las mucosas, las vitaminas del grupo B -verduras, fruta fresca, cereales o legumbres- son esenciales. El selenio, que abunda en el brécol, el repollo, el apio o el ajo, es un mineral con una fuerte acción antioxidante. Por último, el zinc -algas, legumbres, setas o sésamo- contribuye a la generación de nuevas proteínas.