Muchas son las cosas que tienen en cuenta los agricultores cuando se ponen a plantar…
Tal y como os comentamos al final de nuestra última publicación, hoy, desde BeniPlast / BeniTex, vamos a terminar de hablar sobre cómo afectan las fases de la luna a los cultivos.
En esta fase de la luna, los rayos lunares empiezan a perder intensidad. Por ello, lo más recomendable será hacer tareas que tengan que ver con las raíces de las plantas. En esta fase es una buena idea hacer trasplantes o tratamientos con biopreparados, ya sea para prevenir o combatir plagas o, en su defecto, para estimular su desarrollo y enraizado.
Algo que debemos tener en cuenta es que, durante el cuarto menguante, se observará que la parte aérea de la planta no crece y, en caso de hacerlo, lo hará de forma lenta.
Si en la fase anterior los rayos lunares perdían intensidad, aquí lo hacen aún más.
Por ello, lo más recomendable es llevar a cabo labores de mantenimiento como el aporque, tutorados, eliminar plantas espontáneas y chupones de las plantas; también sería oportuno que aportásemos materia orgánica como abono, compost, humus de lombriz, etc. Podría decirse que, esta fase, es la del reposo, lo que la hace ideal para que los cultivos se adapten a su entorno de una manera muy sosegada.
De igual forma, cabe destacar que durante la luna nueva el desarrollo general de la planta es más lento. Lo que observamos aquí es que se produce un lento crecimiento del sistema radicular y del follaje.