El calor extremo y el sol favorecen a algunos cultivos y sin embargo a otros…
El sol es fuente de calor, alegría y vitaminas para el cuerpo. Es necesario para el crecimiento de muchas plantas y nos proporciona luz, sin embargo también tiene rayos ultravioleta y en verano puede ser perjudicial, secando plantas y afectando al trabajo de los agricultores.
Por un lado, las plantas deben estar protegidas para evitar que mueran y para eso existen tejidos plásticos específicos que facilitan la labor y mantienen en buen estado sus frutos. Por otro lado, el trabajo en el campo es más difícil para los agricultores en verano, el calor extremo a veces es insoportable.
Por eso, los agricultores deben protegerse del sol hidratándose continuamente y usando cremas solares protectoras. En la medida de lo posible hay que evitar las horas de más intensidad solar y preparar los tejidos plásticos para cuando sea necesario. Es mejor ser previsores que actuar a mitad de verano para evitar que las cosechas se estropeen.