Ya os hemos hablado en más de una ocasión en este blog de la importancia…
La semana pasada ya os hablamos de las frutas más características de la estación actual, con fresas, albaricoques o cerezas centrando la atención durante estos meses. Por ello, era obvio que hoy íbamos a comentar algunas de las verduras propias de la primavera. La coliflor, la alcachofa o la berenjena, propias del invierno, dan paso a otras verduras como la lechuga, el pepino, el pimiento o los rábanos.
La lechuga cuenta entre sus virtudes con propiedades sedantes y tranquilizantes, calmando los ánimos y aliviando los problemas de insomnio. Además es muy saciante, sin aportar apenas calorías a la dieta. El pepino comienza su temporada en junio, aunque no es inusual verlo durante el resto del año en los mercados. Es diurético, hidratante y depurativo, así como beneficioso en aquellas personas que sufran de retención de líquidos.
Los pimientos son otras de las verduras primaverales. Poseen propiedades antioxidantes, alto contenido de betacaroteno y vitaminas B2 y E, previniendo con su consumo enfermedades crónicas. En cuanto a los rábanos, su consumo es beneficioso para el hígado y la vesícula biliar, además de regular y favorecer el tránsito intestinal. Por último, la zanahoria cuenta con un gran número de antioxidantes, lo que la convierte en un aliado en la batalla por frenar el proceso de envejecimiento del organismo.